Hojas
Presentes e inmóviles como muros,
tan eternos y aún se recuerdan,
pues en vigía castillos lamentan
que no son tan lejanos, sólo mudos.
Danza de hojas que ondean como en mar,
seános cobijo, no hay apuros,
dulces y tranquilas se pueden relajar.
Y dígase de ellas que al viento soplar
irrumpe en su lecho querer ninguno,
¿qué otra cosa podrían ellos desear?
Mastiles que se alzan hacia cielo,
cual enrevesadas manos quieren rasgar
y bajo oscuras sombras pueden ocultar
que ha sido Dios quien los puso en suelo.
Danza de hojas que ondean como en mar,
en ellas siempre tengo mi consuelo,
dulces y libres no se pueden replicar.
Y dígase de ellas que al viento soplar
cuando yo los veo, salto y vuelo,
¿qué más podría un helecho desear?
15/03/2023