Bitácora de Mochilero - IV

Por un dueño vencido.

6 de enero, 2024

Ayer hice el último intento. No lo encontramos. Quería confiar en que se hubiera movido en la noche a una cuevita o algo en el monte, donde pudiera escucharme al llamarlo. De todas formas, no salió, incluso si estaba ahí. Fui con el doble de paciencia a buscarlo y nada. No sé dónde podría haberse escondido.

Unos pequeños bultos de comida que le había dejado ya no estaban, pero perfectamente pudo haber sido un perro el que se los comió, porque no lo vieron. Es todo. El guardia de la gasolinera estaba emocionado con la idea de poner trampas para agarrarlo. Es exmilitar. Ojalá. Quiero tener esperanzas. Mi tía F me dijo que, si lo capturaban, ella me lo llevaría a casa para su viaje en febrero. No tengo tanta fe como para creer que lo agarrarían tan pronto así como son las cosas, pero tampoco sé si paciencia es lo que basta.

Hoy tomé mi bus de vuelta justo en la gasolinera. Pensé que tal vez hoy que es Día de Reyes, justo en el último momento, un milagro ocurriría y podría encontrarlo, pero estaba listo para ser decepcionado. Era un sueño bonito. No me dio oportunidad ni de llamarlo de nuevo.

Pasando más adelante, vi que hay una aldea del otro lado de la calle. Tal vez lo descubrió y ahí ha estado. Pero él también le teme demasiado a las personas como para atreverse a tanto; es una bola de nervios. Tal vez sólo sigue sobreviviendo como puede, sin chance de ser tomado por otra familia. No sé cómo encontrar alivio en alguna de estas posibilidades. Me duele demasiado dejarlo. Ayer pensé que ya estaba en paz con haber hecho todo lo humanamente posible, y aún así me quedaban unas cuantas lágrimas por él.

¿Qué le diría si lo tuviera en frente? «No mames, Mochi, puedes entenderme.» También le diría lo mucho que él me importó. Fue mi niño, mi consentido, estaba mimado a más no poder. Pasé tantas cosas pensando que podría perderlo todo pero que al menos estábamos él y yo. Tal vez por eso lo perdí. Le dije a mi amigo la otra vez que había sentido como si estos últimos años hubieran sido exclusivamente para reconstruirme, perdiendo aquello que pensaba era irremplazable en mi vida, lo que más atesoraba. ¿Era necesario también esto para madurar? No me parece gracioso. No lo aprecio.

Estoy feliz de haber pasado tiempo con mis familiares como personas reales. Siempre que llegaba de visita interactuábamos ceremonialmente. Esta vez que estuve por mi cuenta, no era el hijo de mi madre, era yo, y ellos pudieron verlo. Siento que pude verlos también. Al menos tengo esto. Tengo familia. Mi tía F prácticamente fue mi segunda madre de infante, y ella me dijo que podría quedarme más tiempo para ver el motocross al menos. Pero no. No quiero acabar con la buena fe de los demás. Me esperan en casa y no debería preocupar a mi madre más tiempo.

Todo lo que puedo hacer es tener esperanza. Espero que Dios proteja a Mochi, que le de una buena vida. Espero que no pase hambre, que esté tranquilo. No ocupo que me cuiden a mí, yo puedo vivir por mi cuenta, pero ocupo que Dios esté ahí para Mochi y le dé la vida que yo le pudiera haber dado. Él está ahí en algún lugar, y eso debería ser suficiente, supongo. No sé qué será de él. Volverlo a ver es poco probable. Sólo quiero que sea feliz y que no me necesite ni de cerca tanto como yo a él sí.

X But if your heart breaks, don't wait, turn me away. And if your heart's strong, hold on, I won't delay. X

Anterior | Volver

Track.