A Sakuya
Muy arriba, corazón perdido,
Desde donde el suelo llega a disipar,
Vives para mí en la estrella del amor,
Y soy el niño que en ti soñó una vez.
¿Cuánto, qué tanto yo te necesito?
Si supiera responder, decírtelo,
Me ahogarían mis propias palabras.
Te imagino y te respiro, corazón abandonado.
Qué suave y distante es tu figura.
Mírame solo, que siempre te extraño.
Bésame, que sin tus labios me muero.
Acurruquemonos en el altar,
Reposa sobre mi pecho mientras florecen tus mejillas,
Y la luna se detendrá por fin porque nos querrá observar.
13/01/2023