No. 1
Se ha dicho antes que vivimos en la ciudad con más escuelas bilingües de Centroamérica. No voy a verificar este dato, porque estoy dispuesto a creer que es verdad, pero siendo alguien que toda su educación escolar llevó Estudios Sociales en inglés, a veces olvido que no todos somos tan libres para recurrir a una lengua distinta por información.
Honestamente, no tengo la mínima idea de cómo los demás pueden sobrevivir a falta del inglés. Debo admirarlo, porque yo no podría. El español es a mi parecer una lengua más bella, pero como tecnologías de comunicación, hay cosas que sólo pueden hacerse en el español y otras que sólo pueden hacerse en el inglés, y creo que es en adaptarse a usarlas para lo que son buenas lo que arrastra a algunos a engendrar quimeras espantosas para comunicarse (espanglish).
Una forma de ver esto es a través de la poesía. Claro, soy un completo novato, pero creo que mi perspectiva puede ejemplificar lo que las lenguas pueden hacer. El español es una lengua que fluye de un pensamiento a otro, es una conexión entre palabras que desemboca cual cascada. Es por eso que nuestra métrica va a preocuparse por la última acentuación en un verso; nos preocupamos por el final, es ahí donde las rimas nos interesan y donde el resto del verso se sostiene. Estoy también de acuerdo con considerar al español como una lengua más material que otras por lo concreta que es su expresión.
El inglés, por otro lado, es una lengua más impresionista1. El inglés es excelente para pintar visualmente una emoción, es una lengua pop. Su propia gramática es similar a trabajar con legos, asignándole funciones a bloques intercambiables. El inglés es mucho más rítmico, percusivo incluso, quizás por lo que la industria de la música en inglés es la más popular.
La poesía en inglés es casi como si se fundamentara en beats. En el español tienes tus pareados, tercetos y cuartetos para estructurar tu poema, pero el inglés va más allá que sólo estructurarse en estrofas. Un verso en inglés se divide en pies—divertido nombre para la métrica. Un pie es simplemente un patrón de acentuación (o estrés, como le llaman ellos) que va a repetirse tantas veces en un verso. Aquí va un ejemplo, hice este ejercicio para practicar el tetrámetro anapéstico de Dr. Seuss, dedicado a mi musa 十六夜咲夜.
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In her eyes hangs so high a star bright in the night,
It moves mountains and hearts as she easily smiles.
Her long hair tied in braids and its silver white shine
Charm my days as I'm happy to give her my time.
Básicamente es en mantener ese mismo patrón de inflexiones y en la posibilidad de incluso rimar dentro del verso lo que le da una complejidad agregada a su poesía, algo perdido en traducción.
Es por esto que, sin demeritar el trabajo de adaptación, me parece válido mantener separados esos mundos para los que se dispone una llave mental. Incluso, hay cosas que ameritan una discusión reservada para su propio espacio, oculta al ojo descubierto; esto es lo que los alquimistas hacían. Incito a que aprendan lenguas de otro modo inentendibles si quieren descubrir las cosas interesantes que aguardan o desean contener sus visiones más oscuras en un idioma en el que no se sienta fuera de lugar.
完璧な計画ように思えます。
1. Borges lo dijo. No es lo mismo “Dream away” que “Dream on”. El uso de preposiciones en el inglés es algo bastante intuitivo y sensible. También tenemos una increíble variedad de sinónimos y términos similares de usos específicos y más exactos en el grado en el que son aplicables. Tienes emociones, grados para esas emociones y a su vez combinaciones de emociones en términos precisos. Usar “very” es flojo.